Estos 5 sencillos hábitos te servirán para mantener el cuerpo caliente y no congelarte este invierno. ¡Y todo sin arruinarte con el gasto en calefacción!
Aliméntate.
Lo primero es asumir que el frio está aquí y ha llegado para quedarse. Necesitamos nutrientes y platos calientes que aporten sin duda más energía que en verano. ¿Cuáles son estos platos? Es más fácil de lo que piensas, céntrate en alimentos que la naturaleza nos dé en esta época y haz platos de cuchara. Tu cuerpo lo agradecerá.
Viste acorde al tiempo atmosférico.
En cuanto a la ropa, cada uno tiene sus gustos, pero no olvides cuidar especialmente del frio lo siguiente: Pies, manos y cabeza (incluida la garganta).Todos ellos son especialmente sensibles al frio.
Calienta tus articulaciones si se quejan.
Si el frio está haciendo que tus articulaciones se quejen más de la cuenta te recomendamos aplicar bolsas de agua caliente. Las personas que acusan este tipo de molestias especialmente en invierno, suelen beneficiarse de pasar el máximo tiempo posible en lugares más secos y cálidos.
Tus articulaciones calientes y tú sigues con frío en casa.
Vamos a solucionarlo, comencemos por aislar la casa, y no vale sólo con cerrar las ventanas (que por supuesto), aunque no lo creas se cuela mucho frio por pequeños huecos en las puertas y en las mismas ventanas. Te proponemos poner burletes y juntas en las puertas así como sellar bien ventanas. En una inversión en salud que te hará ahorrar en calefacción.
Consulta el parte meteorológico.
Parece mentira pero este consejo tan sencillo te salvará algún susto y algún catarro de esos que vienen después de “morirte de frio por no mirar el tiempo” o “acabar empapado por no llevar paraguas”. No te limites a consultar el tiempo de tu ciudad sino los partes meteorológicos de las zonas en las que vas a estar ¡Qué los cambios no te pillen desprevenido.