Mucho se lleva hablando durante los últimos meses de la dieta cetogénica o “dieta Keto”, pero seguramente a más de uno le surjan dudas sobre qué implica seguir este tipo de dieta y lo que es más importante ¿es para todo el mundo?
Grasas en lugar de hidratos de carbono como fuente de energía
Antes de nada, es importante que sepamos que nuestro organismo tiene 2 fuentes principales de energía que le proporcionamos a través de la alimentación:
- Los hidratos de carbono, presentes en principalmente en cereales, legumbres y frutas. La glucosa contenida en los carbohidratos constituye el combustible de energía principal que utiliza nuestro organismo.
- Las grasas, presentes principalmente pescados, aceites y frutos secos entre otros. Después de quedarnos sin reservas de glucosa, nuestro organismo utiliza la grasa almacenada en nuestro cuerpo como fuente de energía secundaria.
Cuando nuestro cuerpo no recibe suficiente glucosa a través de la alimentación (hidratos de carbono), tira de las pequeñas reservas de glucosa que tenemos almacenadas en nuestro hígado y músculos (glucógeno).
Cuando las reservas de glucógeno también se empiezan a agotar, nuestro cuerpo activa otro mecanismo por el cual convertirá la grasa almacenada en nuestro organismo en energía (generando los denominados cuerpos cetónicos).
La palabra cetogénico viene de “cetosis”, que corresponde al proceso metabólico que se produce en nuestro cuerpo cuando utilizamos la grasa como fuente de energía ante la falta de glucosa (hidratos de carbono).
Asi, la dieta cetogénica busca obtener energía de las grasas acumuladas en nuestro organismo mediante la disminución de la cantidad de hidratos de carbono de la dieta (sustituyéndolos por alimentos ricos en grasas saludables).
Dieta Keto: Alimentos permitidos
Teniendo en cuenta que, como hemos comentado, la dieta cetogénica busca reducir al máximo la ingesta de hidratos de carbono y sustituirlos por grasas, entre los principales alimentos que compondrán el menú de las personas que siguen este tipo de dieta prevalecerán:
Carnes, pescados grasos (azules), quesos, frutos secos, aguacates, aceites saludables (principalmente AOVE), semillas, huevos, etc.
Se simplifican los ingredientes buscando la presencia de grasas saludables (monoinsaturadas y poliinsaturadas).
Entre los alimentos excluidos de la dieta encontramos los cereales (tanto en su versión integral como en su versión refinada), frutas, legumbres y alcohol entre otros. En Internet podéis encontrar muchas recetas de platos en los que los ingredientes que inicialmente contenían hidratos se han sustituido por otros sin glucosa dando como resultado “panes keto” sin cereales o “dulces keto” sin una pizca de azúcar.
La dieta cetogénica ¿es para todo el mundo?
Este tipo de dieta requiere de un sacrificio importante. En el caso de la dieta keto, el consumo de carbohidratos es prácticamente nulo y esto es difícil de mantener en el tiempo, especialmente si estás muy habituado a incluir alimentos con una importante carga de hidratos en tu dieta.
No es una dieta indicada para mujeres embarazadas ni en periodo de lactancia, tampoco deportistas que busquen ganar volumen y puede ser complicada de seguir para personas con una dieta vegetariana estricta.
Llegar a un estado de cetosis en el que empezamos a consumir grasa almacenada como forma de energía (en cada persona es diferente, pero de media suele requerir entre 2-4 días sin ingerir apenas hidratos– 20-30g/día, aunque hay personas que tardan hasta 6-7 días) es complicado y más sabiendo que si te pasas de esa cantidad máxima de carbohidratos todo el proceso de cetosis se interrumpe y toca empezar de 0.
El proceso puede ser muy frustrante y dar lugar a muchos “bajones” por tener que volver a empezar el proceso desde el inicio tras la ingesta de más hidratos de los debidos, pero las personas que lo llevan a rajatabla aseguran que los beneficios que observan en sus niveles de energía y en la pérdida de peso son notables. Se ha demostrado además que puede tener efectos beneficiosos en personas que sufren diabetes tipo 2 al reducir los niveles de glucosa en sangre.
No sé vosotros, pero… ¡yo no podría vivir sin muchos de los alimentos excluidos de esta dieta!
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