La epistaxis, comúnmente conocida como hemorragia nasal, es una afección que se caracteriza por el sangrado de la nariz. Esta condición puede ser espontánea o provocada por varios factores como el clima seco, la hipertensión, el uso excesivo de descongestionantes nasales, entre otros. Aunque a menudo puede ser alarmante debido a la cantidad de sangre que puede producir, la mayoría de los episodios de epistaxis son benignos y se pueden manejar en casa. Sin embargo, en ciertos casos, la epistaxis puede ser un indicio de problemas de salud más serios o persistentes y puede requerir atención médica.
¿Qué es la epistaxis y porque se produce?
La epistaxis es el término médico para describir un sangrado proveniente de la nariz. Este es un problema común y raramente indica una enfermedad grave. Sin embargo, puede ser alarmante y causar ansiedad en algunas personas.
El sangrado usualmente ocurre en uno de los dos lugares. En la mayoría de los casos, se produce en la parte frontal de la nariz, desde un grupo de vasos sanguíneos llamados plexo de Kiesselbach. Este tipo de epistaxis, conocida como epistaxis anterior, es común en niños y adultos jóvenes.
El otro lugar donde puede ocurrir el sangrado es en la parte posterior de la nariz, generalmente en adultos mayores. Este tipo de epistaxis, conocida como epistaxis posterior, puede ser más grave debido a la cantidad de sangrado y a la dificultad para controlarlo.
Existen varias causas que pueden provocar una epistaxis. Algunas de las más comunes son: la sequedad del aire interior, el rascado o el sondeo de la nariz, un golpe en la nariz, el uso de medicamentos que adelgazan la sangre, el consumo de alcohol o drogas, la hipertensión arterial y ciertas condiciones médicas, como trastornos sanguíneos o cáncer.
Aunque la mayoría de las veces la epistaxis no es grave, si ocurre con frecuencia o es particularmente severa, es importante buscar atención médica. Un médico puede realizar pruebas para determinar la causa subyacente y proporcionar el tratamiento adecuado.
¿Qué hacer cuando nos sangra la nariz?
Aunque puede ser alarmante, la mayoría de las veces es inofensiva y se puede controlar con facilidad en casa.
Medidas inmediatas
Lo primero que debes hacer cuando ocurre un episodio de epistaxis es mantener la calma. El estrés y el pánico pueden incrementar el flujo sanguíneo. Luego, debes inclinar la cabeza hacia adelante ligeramente para evitar que la sangre fluya hacia la garganta. Esto puede causar náuseas o ahogamiento. Aplique presión suave pero constante en las fosas nasales cerrándolas con los dedos. Esto ayudará a detener el sangrado.
Prevención de la epistaxis
La prevención es una parte importante del manejo de la epistaxis. Mantén tus fosas nasales húmedas usando un humidificador en casa, especialmente durante los meses de invierno. Evita recoger la nariz, ya que esto puede dañar la delicada membrana interna de la nariz y provocar sangrado. También es importante mantener una buena hidratación y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, ya que pueden secar las fosas nasales.
Buscando atención médica
Aunque la mayoría de los casos de epistaxis se pueden manejar en casa, hay momentos en los que se debe buscar atención médica. Si el sangrado no se detiene después de 20 minutos, es abundante o si se acompaña de debilidad, mareos o dificultad para respirar, es importante acudir a un servicio de urgencias. También se debe buscar atención médica si la epistaxis es consecuencia de un golpe en la cabeza o la cara, para descartar posibles lesiones graves.
Recuerda, la epistaxis puede ser un susto, pero en la mayoría de los casos, no es un indicativo de algo grave. Sin embargo, siempre es importante manejarla correctamente y buscar atención médica cuando sea necesario. Aunque la epistaxis puede ser incómoda, es a menudo un recordatorio de que debemos cuidar nuestro cuerpo y prestar atención a nuestra salud.
¿Qué enfermedades causan que te sangre la nariz?
Una de las causas más comunes de la epistaxis es el trauma nasal. Esto puede ser el resultado de una lesión física, como un golpe en la nariz, o puede venir de irritación, como la que se produce al sonarse la nariz demasiado fuerte. Además, las condiciones ambientales secas pueden causar que las delicadas membranas nasales se sequen y sangren.
Además, la hipertensión arterial puede causar epistaxis. Aunque el sangrado nasal no es un signo común de hipertensión, puede ocurrir en algunos casos. Si una persona tiene hipertensión y experimenta epistaxis, debe buscar atención médica, ya que podría ser un signo de un problema más grave.
Otras condiciones médicas pueden causar epistaxis, como los trastornos de la coagulación. Estos pueden causar sangrado nasal porque el cuerpo tiene problemas para formar coágulos, lo que puede hacer que las hemorragias nasales sean más frecuentes o más graves. Los trastornos de coagulación pueden ser congénitos (presentes desde el nacimiento) o adquiridos (desarrollados a lo largo de la vida).
Además, ciertas infecciones, como la sinusitis y las infecciones respiratorias superiores, también pueden causar sangrado nasal. Estas infecciones pueden inflamar e irritar la nariz, lo que puede resultar en epistaxis.
Finalmente, algunas enfermedades crónicas, como la enfermedad hepática y el cáncer, pueden causar sangrado nasal. Esto se debe a que estas enfermedades pueden afectar la capacidad del cuerpo para coagular la sangre o pueden causar cambios en los vasos sanguíneos.
¿Cómo quitar epistaxis de la nariz?
El primer paso para detener un sangrado nasal es mantener la calma. Es importante recordar que en la mayoría de los casos, la epistaxis puede controlarse fácilmente. A continuación, debes sentarte y ligeramente inclinar la cabeza hacia adelante. Esto ayuda a prevenir que la sangre fluya hacia la garganta, evitando así el riesgo de asfixia o de tragar sangre, lo cual puede provocar náuseas.
Para controlar el sangrado, debes presionar suavemente, con el pulgar y el índice, la parte blanda de la nariz. Esta área se encuentra justo debajo del puente óseo. Mantén la presión durante unos 10 minutos. Si el sangrado persiste después de este tiempo, sigue aplicando presión durante 10 minutos adicionales.
Es importante evitar sonarse la nariz durante al menos 12 horas después de un episodio de epistaxis, ya que esto puede desalojar los coágulos de sangre que se han formado y provocar que la nariz vuelva a sangrar.
Si a pesar de seguir estos pasos, el sangrado nasal es frecuente, abundante o dura más de 20 minutos, se recomienda buscar atención médica inmediata. Puede ser un signo de una condición subyacente más grave, como hipertensión arterial o un trastorno de la coagulación de la sangre.
En conclusión, aunque la epistaxis puede ser molesta e incómoda, en la mayoría de los casos se puede manejar de manera efectiva en casa. Sin embargo, siempre es prudente buscar asesoramiento médico si tienes alguna preocupación o si los síntomas persisten.
Es importante recordar que este texto proporciona una guía general y no debe ser utilizado como sustituto de la atención médica profesional. ¿Algún consejo adicional para lidiar con la epistaxis que quieras compartir?
En resumen, la epistaxis o sangrado nasal es un problema común que puede ser causado por una variedad de factores. Puede ser un incidente aislado o un síntoma de una enfermedad subyacente más grave. Aunque puede ser alarmante, la mayoría de las veces se puede manejar con éxito en casa. Sin embargo, si el sangrado es severo, frecuente o no se detiene, debe buscar atención médica de inmediato.
Esperamos que este artículo haya sido útil para entender mejor la epistaxis y cómo manejarla. Recuerda, tu salud es lo más importante, no dudes en buscar ayuda profesional cuando lo necesites.