¡Desmontando el mito de la pérdida de vitaminas!
Si eres de las personas que piensan que los zumos embotellados pierden sus nutrientes al poco tiempo de ser abiertos, ¡tengo una buena noticia! Según la OCU, la fecha de caducidad de estos productos suele ser de 24 horas, lo que significa que su consumo preferente no debería superar ese período de tiempo. Sin embargo, si mantienes el zumo refrigerado y no lo bebes directamente de la botella de plástico, no presenta ningún riesgo tomar el producto después de la fecha límite.
Además, en cuanto a la pérdida de vitaminas, la OCU ha realizado un estudio microbiológico para comprobar si es cierto lo que suelen decir los padres: «Bébetelo rápido que se le van las vitaminas». Según sus análisis, esto no es más que una falsa creencia, ya que al medir la vitamina C presente en el zumo de supermercado embotellado y recién exprimido en tres ocasiones (a las 24, 48 y 72 horas), se obtienen las mismas cantidades. La vitamina C permanece estable siempre y cuando el zumo se conserve frío y solo disminuye si calentamos la bebida, pues el calor la destruye.
¿Por qué el zumo de naranja pierde vitaminas?
El proceso de oxidación es uno de los principales factores que contribuyen a la pérdida de vitaminas en el zumo de naranja. Cuando se corta una naranja, se exponen sus células al aire, lo que provoca una reacción química que conduce a la oxidación. Además, el proceso de pasteurización, que se utiliza para matar las bacterias, también puede contribuir a la pérdida de vitaminas.
¿Cómo podemos evitar la pérdida de vitaminas en el zumo de naranja?
Para evitar la pérdida de vitaminas en el zumo de naranja, se recomienda consumirlo fresco, recién exprimido. De esta manera, se evita el proceso de oxidación y se preservan las vitaminas. También se puede considerar el uso de técnicas de conservación, como el envasado al vacío o el almacenamiento en recipientes herméticos.
¿Cómo podemos aumentar el contenido de vitaminas en el zumo de naranja?
Para aumentar el contenido de vitaminas en el zumo de naranja, se puede considerar el uso de naranjas frescas y maduras, que tienen un mayor contenido de vitaminas que las naranjas menos maduras. Además, se pueden agregar alimentos ricos en vitamina C, como fresas, kiwis o piñas, al zumo de naranja para aumentar aún más el contenido de vitaminas.
¿Es el zumo de naranja una buena fuente de vitaminas?
A pesar de la pérdida de algunas vitaminas durante el proceso de oxidación y pasteurización, el zumo de naranja sigue siendo una buena fuente de vitaminas y minerales. Una taza de zumo de naranja proporciona alrededor del 140% del valor diario recomendado de vitamina C, además de otros nutrientes importantes como el ácido fólico, el potasio y el calcio.
¿Es bueno tomar zumo de naranja todos los días?
Es habitual en nuestra sociedad consumir naranjas exprimidas para desayunar, pero un estudio de Harvard con 188.000 participantes ha demostrado que no es tan saludable como se pensaba.
La naranja al ser exprimida pierde una parte importante de la fibra que podemos encontrar en su pulpa. La fibra de la naranja ayuda a que los azucares que contiene se puedan absorber de forma más lenta, además hay que resaltar que consumiendo las naranjas enteras conseguimos un efecto saciante que nos va a ayudar en nuestras dietas de adelgazamiento.
Si consumimos la naranja exprimida, perdemos además de ese efecto saciante la fibra que contiene y por lo tanto los azucares de la misma se absorben de forma más rápida.
La organización mundial de la salud recomienda tomar las piezas de fruta enteras para evitar que aumente el azúcar en sangre y por lo tanto disminuir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 sobre todo en niños.
Los zumos de fruta concentrados que podemos encontrar en supermercados no están recomendados en una dieta saludable, ya que contienen tanto azúcar como los refrescos azucarados, lo más recomendable es tomar unos 250 gramos de fruta natural diaria.
Los batidos naturales tampoco superan a la ingesta de fruta fresca y aunque no llegan a ser tan perjudiciales para la salud como el zumo de frutas porque contienen algo más de fibra, lo más recomendable para nuestra salud es consumir la fruta natural y beneficiarnos de la fibra y las vitaminas que aporta.
Zumo de naranja natural vs zumo de naranja envasado
¿Qué es mejor para su salud?
Cuando se trata de zumo de naranja, hay dos opciones principales: exprimido en casa o comprado en el supermercado. La pregunta es, ¿cuál es mejor para su salud? En este artículo, exploraremos los pros y los contras de ambos y le proporcionaremos la información que necesita para tomar la mejor decisión.
El zumo de naranja exprimido en casa
El zumo de naranja exprimido en casa es sin duda la opción más saludable. No solo es más fresco y está hecho sin aditivos, sino que también tiene más vitaminas y nutrientes que el zumo comprado en el supermercado. Al exprimir las naranjas usted mismo, se asegura de que no haya conservantes ni edulcorantes añadidos, y de que está obteniendo todo el jugo y la pulpa de la fruta.
Además, el zumo de naranja exprimido en casa es una excelente fuente de vitamina C, ácido fólico, calcio y potasio. Estos nutrientes son esenciales para una buena salud y el sistema inmunológico, lo que significa que el zumo de naranja exprimido en casa puede ayudar a prevenir enfermedades y mejorar su bienestar en general.
El zumo de naranja envasado
Por otro lado, el zumo de naranja envasado es una opción más conveniente. Puede ser fácilmente comprado en cualquier supermercado y almacenado por períodos más largos de tiempo. Sin embargo, el zumo de naranja envasado a menudo tiene menos vitaminas y nutrientes que el zumo de naranja exprimido en casa. También puede contener azúcares añadidos, conservantes y otros aditivos que no son buenos para su salud.
Además, algunos estudios sugieren que el zumo de naranja envasado puede tener un efecto negativo en la salud del corazón debido a su alto contenido de fructosa. Si bien la fructosa en las frutas frescas no es un problema, el alto consumo de fructosa procesada puede tener efectos negativos en la salud, como aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes.